ANIMACIÓN A LA LECTURA EN EL COLEGIO SANTA ANA DE BORJA

Animar a leer, el poder de la lectura compartida en Primaria

Fomentar el gusto por la lectura en la infancia es una de las tareas más importantes de la labor docente. En la etapa de Educación Primaria, los niños construyen no solo su competencia lectora, sino también su gusto por la lectura. Por eso, las estrategias de animación a la lectura resultan esenciales para formar lectores competentes, críticos y, sobre todo, entusiastas.

La lectura en grupos reducidos: un espacio para descubrir y disfrutar

Trabajar la lectura en grupos pequeños ofrece grandes ventajas pedagógicas. En un entorno más cercano y seguro, el alumnado se atreve a leer en voz alta, a preguntar, a equivocarse y a mejorar. El docente puede observar más de cerca las dificultades individuales, ya sea en la decodificación, la entonación o la comprensión y ofrecer una atención más personalizada. Además, el grupo reducido favorece la cooperación: los niños aprenden escuchando a sus compañeros, compartiendo interpretaciones y construyendo sentido de manera conjunta.

Leer en voz alta: mucho más que pronunciar palabras

La lectura en voz alta no solo mejora la fluidez, la velocidad y la entonación; también afianza la comprensión. Cuando un niño piensa en cómo dar vida a un texto con su voz, está comprendiendo lo que ese texto quiere decir. Además, escuchar a los compañeros leer ayuda a poner atención y a ponerse en el lugar de los demás, ya que cada voz transmite una emoción diferente. Tener momentos diarios o semanales para leer juntos convierte el aula en un espacio donde las palabras se sienten y se disfrutan.

Competencia lectora: leer para entender el mundo

La competencia lectora no se limita a descifrar letras, sino a comprender, analizar, interpretar y disfrutar de lo que se lee. Por ello, es fundamental combinar la lectura guiada con actividades de comprensión: anticipar el contenido a partir del título o las imágenes, formular hipótesis, buscar significados, resumir, opinar… Estas actividades no solo mejoran el rendimiento lector, sino que también fortalecen la escritura, ya que leer bien implica pensar bien, y pensar bien conduce a escribir mejor.

Leer y escribir: un camino compartido

Despertar el gusto por la lectura va de la mano con fomentar la escritura creativa. Tras la lectura de un texto, invitar al alumnado a reescribir el final, crear un diario de personajes o redactar su propia versión fortalece la conexión entre ambas competencias. Así, los niños y niñas no solo reproducen palabras: se convierten en creadores de historias.

Conclusión: formar lectores para la vida

La animación lectora no es una tarea puntual, sino una forma de enseñar y acompañar al alumnado. Leer en grupos reducidos, en voz alta y con propósito permite a cada alumno avanzar a su ritmo, ganar fluidez, comprender mejor y, sobre todo, descubrir el placer de leer y escribir. Porque un niño que disfruta leyendo, será un adulto que seguirá aprendiendo.

 

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